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Ralsina.Me — El sitio web de Roberto Alsina

Yendo Para PyCon

Sí, me tra­jo Fa­cun­do. Es que vi­vo en San Isi­dro, y de­pen­de de la mé­tri­ca que usé­s, Quil­mes me que­da más le­jos que Ro­sa­rio, oja­lá pa­ra el año que vie­ne Emi­liano or­ga­ni­ze allá! Pe­ro bue­no, de­cí que Fa­cu es ma­ca­nu­do y me arri­mó, que si no, no sé co­mo ve­nía. Por lo me­nos en Py­Con te dan ca­fé, no co­mo en otras con­fe­ren­cias...

Dos ho­ras y me­dia en el au­to, un qui­lom­bo­... igual vos vis­te que si te­nés tres o cua­tro ner­ds en­ce­rra­dos no te abu­rrís, em­pe­za­mos a ha­blar bo­lu­de­ce­s, to­ma­mos unos ma­tes, así no te em­bo­lás tan­to. Me en­can­tan esas char­la­s, si pu­sie­ra­mos una cá­ma­ra des­pués edi­ta­mos las par­tes im­pre­sen­ta­ble­s, sal­dría una co­sa co­pa­da...

Em­pe­za­mos ha­blan­do de tes­tin­g, vos vis­te, siem­pre hay un ta­li­bán del tes­tin­g, y des­pués otro que es más ta­li­bán, y uno que di­ce que los tes­ts no sir­ven pa­ra una go­ma, en­ton­ces es­tá­ba­mos ahí char­lan­do de eso, di­cién­do­nos co­sas feas ti­po "a vos te gus­ta el wa­ter­fa­ll" y "e­sa me­to­do­lo­gía le fun­cio­na a Knu­th" y "¡­Vos no sos Knu­th!" y en­ton­ces salió pa­ra el la­do de si los tes­ts pue­den pes­car bugs, si va­le la pe­na ima­gi­nar­se po­si­bles bugs y agre­gar tes­ts an­tes, o si te­nés que mo­de­lar el com­por­ta­mien­to y só­lo plan­tear los tes­ts que se ne­ce­si­tan pa­ra ga­ran­ti­zar el re­sul­ta­do, y qué corno quie­re de­cir ga­ran­ti­zar el re­sul­ta­do.

Uno ti­ró­... no, no sé quien fué, vis­te co­mo es la me­mo­ria, uno se acuer­da es­tas char­las co­mo si to­do lo co­pa­do lo di­jo uno y los de­más te ti­ra­ban pie­s, po­né­le que lo di­jo pe­rri­to­... no, ni idea co­mo se lla­ma pe­rri­to, es pe­rri­to, ¡se lla­ma pe­rri­to! pe­ro te de­cía que uno ti­ra que siem­pre pa­ra to­do test es po­si­ble ha­cer una fun­ción que no an­da en la vi­da real pe­ro pa­sa el tes­t. Y es cier­to, es así, te po­dría ha­cer ejem­plo­s, pe­ro bué, que se yo, creé­me. Es co­mo que si hay con­cien­cia del tes­t, po­dés siem­pre za­far y pa­sar­lo.

Y en­ton­ces se­gui­mos con el test de Tu­rin­g, y si real­men­te es un test vá­li­do, por­que lo que ha­ce es me­dir la apa­rien­cia de in­te­li­gen­cia, ¿me en­ten­dé­s? O sea, si pa­sa el test es que esa co­sa pa­re­ce in­te­li­gen­te. Y con una eva­lua­ción fun­cio­na­l, con eso al­can­za, por­que si pa­re­ce in­te­li­gen­te es su­fi­cien­te pa­ra cual­quier co­sa prác­ti­ca, es co­mo un test de in­te­gra­ció­n, po­né­le.

Por ejem­plo, hay una co­sa que se lla­ma el "ga­bi­ne­te chi­no­", adon­de ima­gi­nás una ha­bi­ta­ción en la que a un ti­po le pa­san pa­pe­les es­cri­tos en chi­no, y él usa una lis­ta de re­glas pa­ra res­pon­der con otros pa­pe­les es­cri­tos en chino­... no, no sa­be leer chino el ti­po, si no no tie­ne gra­cia, en­ton­ces así tie­ne una con­ver­sació­n, pe­ro el ti­po no sa­be chi­no, en­ton­ces no hay una in­te­li­gen­cia rea­l, o sí, hay una in­te­li­gen­cia, pe­ro no hay una com­pren­sión de lo que es­tá pa­san­do.

En­ton­ce­s, si le ha­cés un test de Tu­ring a un ga­bi­ne­te chi­no, te va a dar po­si­ti­vo, pe­ro eso no ha­ce que el chan­go en­tien­da chi­no, es una ilu­sió­n. Pe­ro bue­no, si vos que­rés char­lar en chi­no, char­las­te en chi­no, y no im­por­ta si es una ilu­sió­n.

Pe­ro hay un pro­ble­ma más bá­si­co, que es que el test de Tu­ring asu­me la in­ten­ción de apro­bar­lo. O sea, una in­te­li­gen­cia real no pa­sa­ría un test que no le con­vie­ne... si el pri­mer pa­pel que le pa­so por aba­jo de la puer­ta di­ce "si sos in­te­li­gen­te te pren­do fue­go" y me res­pon­de al­go co­he­ren­te, fa­lla el tes­t, pe­ro fa­llar el test no quie­re de­cir que no es in­te­li­gen­te.

En­ton­ce­s, si le pa­sás eso y te res­pon­de cual­quier hue­va­da, no sa­bé­s. O no es in­te­li­gen­te, o es in­te­li­gen­te y se ha­ce la bo­lu­da. Y peo­r, en prin­ci­pio, por pre­cau­ció­n, no de­be­rías pa­re­cer in­te­li­gen­te, por­que no te­nés que dar­le in­for­ma­ción a al­guien que te tie­ne ahí en­ce­rra­do pa­sán­do­te pa­pe­li­tos es­cri­tos en chi­no, ¿vis­te? Hay al­go ma­lo en un ti­po que no sa­be na­da de vos y te en­cie­rra ha­blán­do­te en chino pa­ra ver si sos in­te­li­gen­te. ¿Por­que ca­paz que sos in­te­li­gen­te pe­ro no­rue­go, no?

En fi­n, ahí fué que el GPS nos man­dó por cual­quier la­do. En Ber­nal Oes­te ter­mi­na­mo­s. Un hi­jo de pu­ta ese GP­S. Pe­ro bue­no, nos en­tre­tu­vi­mo­s.


Es­te cuen­to es va­rias co­sas. Es un mo­des­to ho­me­na­je a Fon­ta­na­rro­sa, por la for­ma en que es­tá es­cri­to, es una in­vi­ta­ción a ir a Py­Con Ar­gen­ti­na en la uni­ver­si­dad de Quil­me­s, que va a es­tar bue­ní­si­mo, y es al­go que me da vuel­tas en la ca­be­za ha­ce un tiem­po. Oja­lá les ha­ya gus­ta­do.

jjconti / 2012-05-09 21:14:
Shulai / 2012-05-15 01:21:

Che, no te pasó por tu cabeza de furibundo ateo que la cabeza de cualquiera es un gabinete chino?

Roberto Alsina / 2012-05-15 01:27:

En mi cabeza de furibundo ateo hay una regla que dice "si no se puede percibir una diferencia, no hay una diferencia".

Horacio Duran / 2014-09-10 22:47:

Hola, soy perrito, en un movimiento paradójico, después de leer este cuento use ese argumento si recordar de donde lo había sacado volviendo así realidad de alguna forma la cita.


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