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Ralsina.Me — El sitio web de Roberto Alsina

La Nueva Norma

Esa ca­sa me da­ba cu­rio­si­da­d, por­que te­nía 7 año­s, y la cu­rio­si­dad es el es­ta­do na­tu­ral de los chi­cos de sie­te en to­das par­tes, y no ha­bía mu­chas ca­sas así (nú­me­ro de ca­sas lle­nas de agu­je­ros de ba­la vis­tas des­de en­ton­ce­s: 0). Es tal vez no­ta­ble que era 1977, un año in­te­re­san­te en que hu­bo unos 600 aten­ta­dos con bom­bas en Ar­gen­ti­na, y una dic­ta­du­ra ram­pan­te se­cues­tra­ba y ma­ta­ba gen­te con la pre­ci­sión tí­pi­ca de los em­plea­dos pú­bli­co­s.

Y yo es­ta­ba ca­mi­nan­do a la es­cue­la, so­lo. Y no era ra­ro, por­que lle­va­ba años an­dan­do por la ciu­dad so­lo. So­lía ir a un ta­ller de ar­te en la Ga­le­ría Co­lo­nial en co­lec­ti­vo a los cin­co. Sí, to­ma­ba co­lec­ti­vos ur­ba­no­s, so­lo, al cen­tro, en Ar­gen­ti­na, du­ran­te el gol­pe del 76. Pa­ra ir a ta­ller de tí­te­res.

Mi vie­ja era di­rec­to­ra en la es­cue­la 1111 en San­ta Ro­sa de Li­ma, en esa épo­ca el peor ba­rrio de la ciu­da­d. Yo te­nia 4 y me de­ja­ba pa­ra que me cui­da­ran la co­ci­ne­ra y las por­te­ra­s. O sea, que si ellas salían a com­prar al­go, o a vi­si­tar a al­guien, yo iba, y ju­ga­ba en los pa­tios con los pe­rro­s, y me pes­ca­ba pio­jos to­dos los día­s, y pa­rá­si­tos de vez en cuan­do.

Pa­ra que se dur­mie­ra mi her­ma­no, mi vie­jo lo po­nía en el asien­to del acom­pa­ñan­te y ma­ne­ja­ba to­da la no­che. Y no era que lo po­nía en un asien­to de se­gu­ri­da­d, ata­do. Lo en­vol­vía en una man­ta, lo po­nía en el asien­to, y salía a ma­ne­ja­r, ca­ga­do de sue­ño.

So­lía pa­sar los ve­ra­nos en una "co­lo­nia de vaca­cio­nes", al­re­de­dor de los ocho, en Vi­lla Ca­li­for­nia, que no era lo que es aho­ra exac­ta­men­te, y las ac­ti­vi­da­des eran en­cen­der fue­go­s, ha­cer ar­cos y fle­cha­s, com­pe­ten­cias de mear le­jo­s, cla­var lan­gos­tas en tel­go­po­r, tre­par ár­bo­le­s, co­mer fru­tos de co­lo­res de ar­bus­tos sos­pe­cho­so­s, pes­car mur­ciéla­gos mo­ri­bun­dos de la pi­le­ta y tra­tar de sal­var­los po­nién­do­los en la­tas de ar­ve­ja­s, pin­char ni­dos de avis­pa­s, ca­zar es­cuer­zo­s, es­ca­par­se a ca­mi­nar por las ca­lles de are­na sin que na­die se en­te­re. Du­ran­te un ve­rano en­te­ro vi­mo­s, al ir en el co­lec­ti­vo, un ca­ba­llo muer­to pu­drir­se de a po­co en una es­pe­cie de char­co. La­vá­ba­mos los pla­tos con tie­rra, to­má­ba­mos agua de po­zo de una man­gue­ra, ta­llá­ba­mos ma­de­ras con cu­chi­llo­s, ha­cía­mos po­zos con pa­la­s.

Cuan­do te­nía más o me­nos do­ce, an­da­ba por el cen­tro de Bue­nos Ai­res a la no­che, me com­pra­ba en­tra­das pa­ra ver a Les Lu­thier­s, los veía so­lo, to­ma­ba el sub­te, me per­día to­dos los día­s, per­día pla­ta en los fi­chi­nes, co­mía pi­z­za pa­ra­do, y na­die sa­bía adon­de es­ta­ba des­de la ma­ña­na has­ta la me­di­ano­che.

Me acor­da­ba de es­tas co­sas ano­che, char­lan­do con mi mu­jer acer­ca de mi ne­ne, que cum­plió cin­co ha­ce po­co, y que yo lle­vo a la es­cue­la to­das las ma­ña­na­s.­Su es­cue­la es­tá a tres cua­dras de ca­sa, en un ba­rrio tran­qui­lo. La idea de que va­ya so­lo es im­pen­sa­ble. ¿Qué edad tie­ne que te­ner pa­ra ir so­lo? ¿Qué edad pa­ra cru­zar la ca­lle a com­prar ca­ra­me­lo­s? ¿Qué edad pa­ra que ten­ga su pro­pio di­ne­ro, pa­ra que ten­ga lla­ve de la ca­sa, pa­ra ir a la pla­za a ju­gar por su cuen­ta, pa­ra vi­si­tar a su ami­go de la otra cua­dra, pa­ra ir al ba­ño so­lo en un ba­r?

No ten­go ni idea. La ex­pe­rien­cia de ha­ber te­ni­do cin­co en 1976 no me ayu­da a ima­gi­nar lo que es te­ner cin­co en 2012, es­toy per­di­do, soy un ex­tran­je­ro de un país bár­ba­ro en que los ne­nes pe­lea­ban a ma­no lim­pia contra lo­bos sal­va­je­s. No es­toy pre­pa­ra­do pa­ra es­to. O mis vie­jos es­ta­ban com­ple­ta­men­te lo­co­s.

Joshua Hoover / 2012-05-04 21:32:

I LOVE this post! So many quotable lines and a great observation. I wasn't in near the conditions you were in but I too wandered far and wide in a city of about 300,000 at the time. Not big but not a stranger to acts of violence and other crimes. Today my kids grow up in a relatively much safer area of the United States and my wife and I don't let them out of our sight for more than a few seconds it seems. Why is this? I don't know. My hunch is it's harming our kids more than we probably think.

Roberto Alsina / 2012-05-05 03:11:

My city was about the same size. About whether we are hurting them or not... who knows. I have this feeling there must be an unknown statistic somewhere like "10% of all children born healthy between 1967 and 1975 were maimed by wildebeests".

Emiliano / 2012-05-05 23:32:

Me encanta la descripción que hiciste. Me siento identificado.
Por lo que veo yo tengo una década menos que vos, sin embargo todo era muy parecido a lo que contás. Por ejemplo, yo venía a SFe desde un pueblo (Tostado) en colectivo cuando tenía 8. Mis viejos me llevaban hasta la terminal y acá me esperaba mi abuela. Allá el pueblo era mio. Con mis amigos y hermano hacíamos cosas como las que vos contás, también es cierto que en los pueblos el tiempo pasa más lento, pero recuerdo que acá en SFe las cosas no eran muy distintas, nos la pasabamos yendo a las distintas casas de videojuegos -cosa que allá en el norte escaseaba (ni una sola hasta el 92 o 93)- camiando desde una punta a la otra o tomando coles.
En fin, cuándo cambió ? Será que hay pibes que hacen algo parecido a lo que hacíamos?

María Amalia / 2012-06-29 06:35:

Dos cosas: 1- Yo sé la historia de esa casa baleada, haceme acordar que te la cuente; 2- Mamá me reconoció que eran unos inconscientes una vez que charlando con ella le comenté las mismas inquietudes que tenés vos ahora.


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